Aforismos Undécima Parte

Todos nos iremos de prisa, hacia la nube negra.
Llegar al fondo, a las grietas más profundas; donde no hay lenguaje, pero donde todo se escucha.
Como comer el plato del desasosiego. Aterido, atado al lugar que nunca quise.
Llegar al centro del nacer antes del nacimiento, para dialogar con la muerte.
Todas las creencias están destinadas a hundirse.
Cautivo, en un adentro que nadie habita.
La inmensidad y yo somos la misma grieta.
Sé que no puedo contra todo un sistema, pero sé que tampoco todo un sistema puede contra mí.
El silencio es un desierto sin el hombre.
Cuánto movimiento hay en la quietud.
Es conveniente olvidar un poco.
Lo que nos conforma es lo que nos deforma.
El niño mira al hombre avergonzado: mira lo que va a ser.
El lugar al que siempre has temido es aquel donde existimos.
Ser el secreto que resguarda el silencio.
La moral se acomoda a las circunstancias y a las épocas.
Mi imagen, por defenderse de algunos, se aparta de mí.
Como hojas en blanco, en el fuego dormido.
Hay que morir hasta morirse. Hay que morir hasta en las cenizas. Todo tiene que morir para nacer de nuevo.
Como un infierno sin nombre. Como un pantano sin tiempo.