Aforismos Tercera Parte

Un espejo que no refleje más que la mirada interior.
Si en mis ojos ves oscuridad en mi camino verás sombras.
Nada de lo que tengo en mis manos me pertenece. Ni siquiera mis manos.
Pasos donde acaban todos los caminos y donde todos los caminos comienzan.
Yo vi tus ojos temblar en un adentro.
Mi desprolijidad emprolija mi pensamiento, como si supiera de equilibrio.
Eres un ángel que muerde la noche, para no desgarrar mis alas.
Nadie deja una idea donde la abrazó.
En tus miserias hallé abrazadas mis miserias.
Una caja de espejos que encierre lo que no fuimos.
Nada se oculta en el olvido.
¿Alguna vez callaré en el silencio?
Me sostengo donde nada se sostiene.
Vuelvo de todas mis muertes a este nacer.
En el detalle lo bello comienza a ser feo.
Tratar lo ancestral con manos silenciosas.
Escuchar lo que el tiempo no vence.
Comprender que no había nada que me dejara en el lugar que me hiciste.
Lastimar la mariposa que sostenías con recelo porque no sabías volar.
Abrir los ojos sin salir herido.